Realizado por Loly Trenado Molina.

MOVIMIENTO DE MUJERES EN CÓRDOBA (presentada en marzo de 2001 en Córdoba para formación interna de Maizca).

Las dos actividades que ocupan mi tiempo son la escuela y el movimiento de mujeres. Y digo de mujeres, porque la mujer no existe, no existe le feminidad como no existe el hombre y la masculinidad. Existimos los seres humanos, distintos hombres y mujeres, plurales, diversos, riquísimos y extraordinarios.

Es un error para el movimiento feminista pretender que dos seres sean iguales, porque al no ser dos seres iguales, la lucha de liberación de cualquiera de ellos se enriquece con la pluralidad.

El día de la mujer trabajadora, 8 de marzo, debe ser el día de todas las mujeres  porque todas trabajamos dentro o fuera de la casa y delimitar un grupo es negar la diversidad de las  personas  que constituyen un movimiento.

Cada persona es única e irrepetible, cada mujer tiene que hacer un pacto consigo misma y decidir que clase de mujer quiere ser y eso debe constituir un derecho de todos  los seres humanos para poder enriquecer a las colectividades donde estamos y evitar que haya líderes que nos dirijan, para que los colectivos no sean amorfos y para que suponga un crecimiento para todo el mundo.

He llegado a estas conclusiones a lo largo de mi vida que ha tenido tres etapas:

Cuando decidí hacerme maestra, porque era muy raro que una chica estudiase en los años cuarenta, más aun una chica hija de un jornalero del campo y una cocinera. Pero los hados se confabularon  y entre las monjas, los señores del cortijo donde mi padre trabajaba y mi lucha personal, permitieron que yo pudiera estudiar.

Una segunda etapa fue descubrir la lucha de clases, la injusticia tan tremenda entre la gente, entre los que deciden en la economía y los que no tienen lo indispensable para vivir.

La tercera fue cuando encuentro el feminismo, que para mí ha sido una profundización en el conocimiento de los seres humanos.

A veces se contrapone feminismo a machismo y eso no es real, ni siquiera lingüísticamente. El  machismo es la exacerbación de unos valores estereotipados masculinos que se oponen a otros valores estereotipados femeninos  y hay una relación no simétrica  sino de opresión, así pues, lingüísticamente es incorrecto, porque a machismo se opone hembrismo. El feminismo lo que ha pretendido siempre  es una superación de esa contraposición. El feminismo es un movimiento liberador para los hombres y  para las mujeres.

De hecho, hoy se habla dentro del movimiento sobre qué hacer con los violadores, con los que oprimen a las mujeres si rehabilitación o castigo. Pero si queremos transformar la sociedad, no podemos quedarnos en el castigo, los movimientos feministas llevamos mucho tiempo estudiando los mandatos de la feminidad y hay que estudiar también los mandatos de la masculinidad, porque estamos educando a hombres y mujeres  y no se puede educar sólo una parte.

La escuela tiene que incidir en una desexualización de los valores, porque  éstos son universales iguales para hombres y mujeres. En el  feminismo el hombre tiene que asumir la lucha por la liberación,  porque el feminismo va a liberar a ambos.

Tenemos que descubrir como somos y como queremos ser  tenemos que aprender a gestionar nuestros sentimientos y ser capaz de hacer pactos con los hombres con los que queremos convivir, pero tenemos que hacer pactos con nosotras mismas  y elegir el tipo de mujer que queremos ser como ser humano, relacionarnos de igual a igual y establecer relaciones simétricas. También los hombres tienen que hacerlo y entonces podremos tener ese encuentro. Hay que educar a hombres distintos, tenemos que saber cómo se han construido, qué leyes les han impuesto y darles la oportunidad de liberarse para poder manifestarse libremente como hemos hecho las mujeres, puesto que el hombre tiene la misma capacidad para hacerlo, en eso no somos distintos. Hay que ser feminista, pero no en contra del hombre.

En ese cambio, nuestro objetivo no debe ser el que propone el mercado, sino la vida humana y eso requiere un cambio, más bien una revolución. Conceptos como machismo y feminismo son presentados peyorativamente de forma interesada. El mercado está planificando, se planifican los roles de hombre y de mujer para saber qué se vende, cómo y a quién.

– Los  partidos políticos y los grupos de mujeres.

El trabajo de los grupos de mujeres ha sido absorbido por los partidos políticos y vemos reflejados en programas políticos ideas nuestras, pero, a veces, han recogido lo menos hermoso del movimiento para darle formas  dentro de lo que son los poderes establecidos que manejan el poder político y económico y pueden permitirse cosas que los grupos de mujeres no pueden porque no tienen dinero. Ha habido enfrentamientos, aunque hoy se están diluyendo bastante. No obstante, los movimientos políticos siguen extrayendo de lo que vamos haciendo las mujeres independientes, Para cualquier actividad que organicemos tenemos que luchar con los poderes establecidos; ayuntamientos, diputaciones… como sucedió con las últimas jornadas de Córdoba, y esto, que no ha sido potenciado por los partidos políticos, sí ha sido utilizado para ver que pueden sacar de ello.

Dentro de los partidos políticos, el PSOE tiene mujeres que teorizan sobre el feminismo más que IU y que el PC, este último es un feminismo antiguo donde aún existe la beligerancia entre el hombre y la mujer, donde hay mujeres que dicen: “que mi marido se ocupe de la casa y de los hijos, porque yo me dedico a la política”, pero esas que así hablan se están perdiendo la crianza de los hijos, ese proceso tan hermoso.

El PSOE es más inteligente en eso, porque capta y porque tiene más poder y medios, tiene mucho material de lo que se está teorizando dentro del  movimiento feminista y nos siguen utilizando. Me parece bien, porque son ideas que se van introduciendo en otras estructuras y pueden ser levadura para ir transformando, aunque me duele que no se reconozca en la historia que eso es producto del trabajo de un grupo de mujeres realizado autónomamente.

En el PP también hay alguna mujer que rompe, que se considera feminista y luchan por sus ideas, pero con las connotaciones de su realidad.

-Respecto a la influencia que el movimiento de mujeres tiene en la vida cotidiana no existen parámetros para poder medirla, no se puede

medir una transformación, pero hoy todas las mujeres, actúen o no, saben que la situación de la mujer es distinta a la del hombre y también saben que tenemos que ser iguales. Esa igualdad la concibe cada mujer de una manera determinada y cada una la busca según le permitan los factores que le rodean. La conciencia de que la mujer no es inferior ni puede ser humillada por el hombre existe hoy.

Incluso mujeres marginadas que no conocen la palabra feminismo, luchan por su liberación que encuentran en la maternidad y ésta las ha liberado. Saben que el hombre no es más que ellas, porque son ellas quienes traen el pan a casa.

Sobre el feminismo en la juventud se observa que mujeres jóvenes con formación feminista, cuando establecen relación de pareja no saben como aplicarla y viven en contradicción. Por otra parte, el mercado está instalado en la cabeza de los jóvenes y el problema de la delgadez es un golpe bajo para el colectivo de mujeres, pero hay que tener en cuenta, que el movimiento feminista organizado es un movimiento muy nuevo y ya se ha conseguido la transformación de ideas, otra cosa es la transformación de los sentires. Cuando se te educa para ser obediente, para complacer al marido y eso es seña de identidad como mujer, cuesta mucho la transformación de los sentires desde las ideas. Excepto algunas mujeres que parece que han nacido para romper con todo, hay muchas que tienen que razonar conscientemente como sentimos para no caer  y eso crea conflictos en el nivel personal, de pareja, familiar, porque es construcción de otra cosa que no está establecida y no tenemos modelos de cómo construirla.

-Sobre las mujeres y el poder, se ha constatado que aquellas que han tenido la oportunidad de ocupar puestos importantes dentro de la escala social, en el nivel de toma de decisiones en las empresas o en la política, cuando así sucede, sus conductas son una copia de las conductas de los hombres, bien porque aspiran a mantenerse o bien porque han aceptado el poder y lo obedecen. Es que mantenerse en sus ideas y dar la respuesta a lo de ellas mismas, exige una conciencia fortísima, una transformación individual y colectiva, porque si no se hace esa transformación siempre va a haber un poder que no anulará.

Ejemplo lo tenemos en los partidos políticos que siguen utilizando a las mujeres de forma descarada. El feminismo ha perdido una oportunidad maravillosa, porque las mujeres que están ahí no son autónomas en sus decisiones, sino que están mandadas. Da la impresión, que los partidos políticos ponen en sus listas a mujeres más o menos inteligentes para dar la impresión que las mujeres toman decisiones, porque transmiten muy bien lo que por detrás les dictan.

Los partidos políticos no vertebran la sociedad, son verticalistas. Mis respetos para las mujeres que se organizan en los partidos políticos. Sin embargo, hay vertebrar la sociedad civil de forma real, horizontal, para hacernos conscientes de dónde esta realmente el poder, para transformar esta sociedad,  porque se está expoliando todo lo que se puede y se está viviendo a costa del que está abajo.

Como conclusión: no hay conclusión.

Aquí se ha expuesto lo que hay con todas sus interrelaciones que existen. Desde el feminismo hay que aprende a mirar a los hombres y a las mujeres no como medias naranjas, tenemos que ser naranjas completas para poder relacionarnos de igual a igual y poder establecer relaciones simétricas